En función de una serie de parámetros que se les proponían, cada persona eligió un objeto, lo manipuló y lo resignificó a través de un escrito, haciendo dialogar uno con otro de maneras muy íntimas y profundas.
Todos los resultados fueron mostrados en La Mandorla, pero también fueron distribuidos en forma de panfletos por las calles sanjuaninas.
Además, los recopilamos aquí para que puedan ser vistos por más gente, por más tiempo.